domingo, 24 de octubre de 2010

EL GERENTE DE HOY

CARÁCTERISTICAS DEL GERENTE
1.     Justicia
2.     Místico
3.     Honestidad absoluta
4.     Un sentido al humor muy especial
5.     Concentrarse en la distribución
6.     Conjunto distanciada y concentrada detallada
7.     Espiritualidad no dogmatica
8.     Obtienen más haciendo menos
9.     Saben extraer lo mejor y de los demás
10.                     Están abiertos a los cambios
11.                     Autodisciplina poco habitual
12.                     Equilibrio

En resumen se puede decir que a  medida que avanza el siglo XXI, varias tendencias económicas y demográficas están causando un gran impacto en la cultura organizacional. Estas nuevas tendencias y los cambios dinámicos hacen que las organizaciones y sus directivos se debatan en la urgente necesidad de orientarse hacia los nuevos rumbos, hechos que tiene una relevancia no solo local sino a nivel mundial. Los países y las regiones colapsan cuando los esquemas de referencia se tornan obsoletos y pierden validez ante las nuevas realidades
 Desde la perspectiva más general, la globalización, la apertura económica, la competitividad son fenómenos nuevos a los que se tienen que enfrentar las organizaciones. En la medida que la competitividad sea un elemento fundamental en el éxito de toda organización, por esta razón los gerentes o líderes harán más esfuerzos para alcanzar altos niveles de productividad y eficiencia, teniendo en cuenta la honestidad absoluta en el desarrollo de las actividades, siendo justos y a su vez místicos a la hora de concentrarse en la distribución de las funciones planteadas dentro de la organización.
Los nuevos esquemas gerenciales son reflejo de la forma como la organización piensa y opera, exigiendo entre otros aspectos: un trabajador con el conocimiento para desarrollar y alcanzar los objetivos del negocio; un proceso flexible ante los cambios introducidos por la organización; una estructura plana, ágil, reducida a la mínima expresión que crea un ambiente de trabajo que satisfaga a quienes participen en la ejecución de los objetivos organizacionales; un sistema de recompensa basado en la efectividad del proceso donde se comparte el éxito y el riesgo; y un equipo de trabajo participativo en las acciones de la organización, es decir obteniendo mas haciendo menos.
La incertidumbre, en algunos casos crónica y progresiva, acerca de la evolución de la función directiva y de su contenido futuro, genera una creciente ansiedad por parte de los ejecutivos de empresa, que es posible satisfacer mediante la identificación de algunas características que, definen el perfil del directivo del nuevo siglo que estamos comenzando.
Uno de los elementos que forman parte del mínimo común denominador del perfil de los directivos de éxito es, crecientemente, su capacidad para establecer y desarrollar relaciones con otras personas. Parece existir una correlación muy estrecha entre la capacidad de establecer una red amplia y efectiva de relaciones, de un lado, y la generación de nuevas oportunidades de negocio, la excelencia en la dirección de personas y la fidelización de los clientes, de otro. La experiencia demuestra que la habilidad para desarrollar contactos no es una capacidad innata, genética, sino más bien resultado del ejercicio y del aprendizaje, algo adquirido con la práctica, siempre y cuando se esté abierto a los cambios y sabiendo aprovechar lo mejor de los demás.
Las transformaciones del entorno empresarial determinan, cada vez en mayor medida, la necesidad de que los gerentes cuenten con esta singular habilidad para desarrollar redes de trabajo. Por esta razón es necesario que los gerentes cumplan con las características mencionadas anteriormente para el desarrollo humano, político y social dentro de las organizaciones.

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